¿Perdonar es posible?
Y Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". En el lenguaje simbólico de la Biblia, esto significa que estamos llamados a perdonar siempre. Fuente: https://www.caritasmadrid.org
¿Cómo empiezo para poder perdonar?
Cada persona es un mundo: La forma en como asimilamos una ofensa es distinta para cada uno, pero la forma en que revertimos esa ofensa es similar para todos: Misericordia. Si intentamos conocer la fuente de esa ofensa, las limitaciones emocionales y carencias de otras personas (su historia de vida, de donde muchas veces proviene el problema), nos daremos cuenta que la ofensas vienen de personas que carecen de amor; pero que nosotros, comprendiendo esto, podemos elegir ser fuente del perdón y seguir adelante soltando esas cargas innecesarias.
Resumiré una historia que escuché de mi abuela sobre un debate entre el ángel de la Justicia y el ángel de la Misericordia: Ambos defendían sus puntos en un debate ante el Dios. Justicia pedía un juicio justo para el humano que hace daño en donde lo condena y Misericordia pedía por un perdón conociendo la historia humana. ¿Esto qué significa?
"La justicia es fría y castiga el mal sólo después de haber sido cometido, la misericordia en cambio, es amor que no sólo perdona el mal cometido, sino que impulsa -en la medida posible- a prevenirlo y evitarlo". Fuente:https://auladsi.net
¿Y cómo puedo perdonar?
Perdonar a otras personas no siempre es fácil y se perdona no porque el ofensivo lo merezca sino porque tú te lo mereces, venimos a esta vida a ser felices no a estar mal cargando malos recuerdos. Perdonar es sinónimo de liberación, liberas al cuerpo y al espíritu de las cargas. Se vive más feliz cuando perdonas para tu bienestar.
En la oración del Padre Nuestro, hay una frase que resuena mucho acerca del perdón: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
GUÍA DEL PERDÓN
Los Pasos del Perdón: Un Camino Hacia la Liberación y la Paz Interior
El perdón es una de las experiencias humanas más poderosas y liberadoras, pero de las más difíciles de alcanzar. El perdón no significa olvidar o justificar las acciones que nos han herido, sino más bien liberar el resentimiento y la ira que nos atan al pasado. Este artículo explorará los pasos esenciales del perdón, guiándote a través de un proceso transformador que puede ayudarte a encontrar paz interior y mejorar tus relaciones.
1. Reconoce el Dolor
El primer paso para perdonar es reconocer y aceptar el dolor que sentimos. A menudo, intentamos minimizar nuestros sentimientos o ignorar nuestras heridas, pero esto sólo prolonga el sufrimiento. Permítete sentir la tristeza, la ira y la frustración. Es importante validar tus emociones y entender que tu dolor es real y legítimo.
2. Identifica la Fuente del Dolor
Para perdonar, necesitas identificar claramente a quién o qué estás perdonando. Puede ser una persona, una situación, o incluso a ti mismo. Entender la fuente específica de tu dolor te permite focalizar tus esfuerzos de perdón. En muchos casos, el dolor puede estar relacionado con expectativas no cumplidas o traiciones percibidas.
3. Reflexiona sobre el Impacto
Reflexiona sobre cómo la herida ha afectado tu vida: Considera el impacto emocional, mental y físico. Pregúntate cómo ha influido en tus relaciones, tu autoestima y tu bienestar general. Esta reflexión puede ser dolorosa, pero es crucial para comprender la profundidad de la herida y la necesidad de perdonar.
4. Toma la Decisión de Perdonar
El perdón es una decisión consciente y voluntaria. No es algo que ocurre automáticamente. Decide que quieres perdonar, no porque la otra persona lo merezca, sino porque tú mereces estar en paz. Esta decisión es un paso crucial, ya que establece tu intención de dejar atrás el resentimiento y avanzar hacia la sanación. Reenfoca tu energía para tu beneficio.
5. Comprende a la Otra Persona
Tratar de comprender a la persona que te ha herido puede ser extremadamente difícil, pero es un paso importante en el proceso de perdón. Intenta ver la situación desde su perspectiva. ¿Qué circunstancias, miedos o debilidades podrían haber llevado a esa persona a actuar de esa manera? Este ejercicio no justifica sus acciones, pero puede ayudarte a humanizar a la persona y reducir el resentimiento.
6. Expresa tus Emociones
Hablar sobre tu dolor puede ser muy liberador. Puedes hacerlo escribiendo una carta (que no necesariamente tienes que enviar), hablando con un amigo de confianza, o consultando a un terapeuta. Expresar tus sentimientos en un espacio seguro te ayuda a procesar tus emociones y clarificar tus pensamientos.
7. Cultiva la Empatía y la Compasión
Desarrollar empatía y compasión hacia la persona que te hirió es un paso poderoso en el camino hacia el perdón. Esto no significa excusar sus acciones, sino reconocer su humanidad y sus propias luchas. Practicar la compasión puede suavizar tu corazón y facilitar el proceso de liberación del resentimiento.
8. Deja Ir el Resentimiento
El perdón implica dejar ir el resentimiento y la necesidad de venganza. Esto puede ser lo más difícil de todo, pero es esencial para tu bienestar. El resentimiento te ata al pasado y te impide avanzar. Medita sobre los beneficios de liberar estos sentimientos negativos y enfócate en tu deseo de paz interior.
9. Aprender y Crecer
Cada experiencia dolorosa trae consigo una lección. Reflexiona sobre lo que has aprendido de esta situación y cómo puedes crecer a partir de ella. ¿Qué te ha enseñado sobre ti mismo, tus límites y tus valores? Utiliza esta sabiduría para fortalecer tu resiliencia y tus relaciones futuras.
10. Practica el Auto-perdón
A veces, el perdón más difícil es el que debemos darnos a nosotros mismos. Reconoce tus errores, acepta tus imperfecciones y aprende a ser amable contigo mismo. El auto-perdón es esencial para liberarte del auto-juicio y la culpa, y para fomentar una relación saludable contigo mismo. Esfuérzate por ser una mejor versión cada día, no puedes cambiar a los demás pero tienes el poder de cambiarte a ti mismo para ser mejor persona.
11. Continuar el Proceso
El perdón no siempre es un evento único; puede ser un proceso continuo. Habrá días en que te sientas en paz y otros en los que el dolor resurja. Sé paciente contigo mismo y recuerda que el perdón es un viaje. Mantén tu intención de sanar y permite que el tiempo haga su trabajo.
¿Perdonar a los demás para qué?
El perdón es un regalo que te das a ti mismo. Al liberar el resentimiento y la ira, te permites vivir con más ligereza, paz y alegría. Aunque el camino del perdón puede ser desafiante, cada paso te acerca a una vida más plena y libre. A través del reconocimiento del dolor, la comprensión, la expresión de emociones y la práctica de la compasión, puedes transformar tus heridas en fuentes de crecimiento y sabiduría.
Perdonar para tu beneficio, para liberarte y para alcanzar tu paz interior, para seguir adelante siendo felices sin anclas emocionales.
Te dejo esta reflexión a través de una pregunta: ¿Qué crees que es mejor: -Tú qué eliges- vivir feliz o vivir enojado?
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