El Rastro los domingos en el centro de Madrid
En definitiva, el rastro es un lugar que amerita visitar toda la mañana. Y es que además de las muchas antigüedades que puedas encontrar también hay muchas ofertas de libros, obras de arte, ropa, calzado, joyas y más.
Llegué desde la entrada de La Latina, caminé sin rumbo viendo todo lo que el Rastro pueda ofrecer entre sus curiosas calles angostas que siempre terminan en pequeñas plazas con muchas puestos de venta. Recorrí varias calles hasta llegar a Calle la Ribera de Curtidores (si hay algo que tiene esta ciudad es que todo está bien señalizado)... Era una calle muy concurrida, llena de sombra de árboles y muchos puestos. Hay variedad de productos y los que llaman más la atención son las joyas, el significado de las piedras y sus signos. Entre las muchas voces del lugar escuchaba una pareja conversar preguntándose que si el símbolo de su amor cabía en un pequeña piedra, si era tan barato, yo creería más bien que un buen amor cabría en un bonito detalle y las construcción de buenos recuerdos.
La zona estaba bulliciosa, un grupo de africanos sonaban tambores y bailaban con vestuarios típicos de su región... ¡Qué bonito es que Madrid tenga variedad!- pensé
El Rastro es una parte histórica cultural ubicada casi en el centro de Madrid, sus calles están llenos de edificios y negocios de antigüedades combinada con la modernidad. Hay un aire que vuelve sus ojos a lo clásico, a la historia de sus calles y de su gente. También está combinada con los bares, hay variedad para sentarte una tarde de verano a disfrutar una amena conversación usualmente acompañada de una cerveza local.

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